martes, 23 de noviembre de 2010

Calidad del audio en diferentes formatos (flac vs. mp3)

En este post voy a hablar acerca de lo que diferencia a la música en mp3 y en flac. En primer lugar, y antes de empezar, vaya por delante lo siguiente:
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La calidad de una audición musical depende (y mucho) de la tarjeta de audio y el equipo musical (amplificador, auriculares/altavoces) utilizados, y por otra parte también depende de la sensibilidad del oído de uno. Un recién nacido con un oído perfecto puede oír de 20 Hz a 20 000 Hz. Lo normal para una persona joven es no oír nada por encima de los 18 kHz, aunque algunas personas con un oído excepcional pueden oír los 20 kHz o incluso algo más, y una persona de 25 años o más empieza a perder audición a partir de los 15 000 - 16 000 Hz. Además de la respuesta de frecuencia (aspecto cuantitativo), es igual o más importante el aspecto cualitativo: que las ondas a cada frecuencia se produzcan de la forma más parecida a la fuente original.

Dicho esto, entramos de lleno en el tema en cuestión.

Mucha gente piensa que un mp3 suena con la calidad de un CD. Esto no es exacto. Aparte de que un CD suena con la calidad que le hayan dado quienes lo hayan grabado, los mp3 son formatos con pérdida, y eso quiere decir que una buena parte de la información original se descarta para ahorrar espacio. El truco está en que la información que se descarta es, por regla general, información que está “oculta” entre el resto de la información. Por poner un ejemplo sencillo para que se entienda la idea, si una persona me está hablando a un volumen normal y de repente pasa un helicóptero por delante nuestro, el sonido del helicóptero eclipsará a mis oídos la voz de esa persona; la onda de su voz seguirá llegando a mis oídos pero no percibiré el sonido. Otro ejemplo, para que se me entienda también: si pudiésemos tocar dos pianos muy parecidos exactamente al mismo tiempo de tal forma que sus vibraciones coincidiesen, el mp3 “diría” que “uno de los pianos sobra”. Este tipo de operaciones (pero, por supuesto, a un nivel mucho más sutil, de cambios microscópicos) es el que se hace para que los 40 o 50 MB iniciales que ocupa una canción en el CD queden reducidos, como mucho, a 9 MB o menos, dependiendo del bitrate (128, 160, 192, 256, 320 kbps) del mp3.

Pero toda esa información que el mp3 elimina de un plumazo es información que, desde la fuente original, nos llegaría, y es información que nos afectaría emocionalmente (un violín en mp3 difícilmente puede ponernos la piel de gallina), aunque conscientemente la mayor parte del tiempo no sepamos expresar la diferencia con palabras. Sucede lo mismo, por ejemplo, cuando se recrea en realidad virtual a una persona: tarde o temprano sabremos que esa persona no es real, porque la tecnología de realidad virtual aún no logra recrear los detalles microscópicos que somos capaces de captar y que nos hacen identificar a una persona como real y no virtual.

Otras diferencias entre un mp3 y un wav (archivo de onda sin comprimir de Microsoft) o un flac (Free Lossless Audio Codec, códec libre de audio sin pérdida) se notan al cabo de estar un buen rato escuchando música. El mp3 termina por darte dolor de cabeza, mientras que el sonido original no. Y a esto hay que sumar que hay determinadas canciones que tienen la información musical dispuesta de tal forma que el algoritmo del mp3 no es capaz de “adivinar” qué es lo que no vas a poder escuchar, y el resultado es que hay una pérdida notable de calidad, sobre todo en los agudos. De hecho, un mp3 a 128 kbps corta todas las frecuencias a partir de aproximadamente los 15 kHz, y esto es algo que la mayoría de la gente con una audición normal puede percibir fácilmente.

Para que puedas escuchar las diferencias REALES que existen entre los diferentes formatos de audio, he preparado varias pistas en las que he hecho lo siguiente:

1) He cargado la canción desde el disco original.

2) La he grabado a diferentes formatos: flac, mp3 a 128, mp3 a 160, mp3 a 192, mp3 a 256 y mp3 a 320 kbps.

3) He cargado luego todas las ondas en el programa Sound Forge Pro 10.0.

4) He sincronizado todas las ondas bit a bit. Esto es necesario porque el mp3 introduce un cierto desfase de milisegundos con respecto al original.

5) He copiado cada onda de mp3 (calidad con pérdida) y la he mezclado sobre la onda en flac (calidad original, sin pérdida) con la polaridad invertida. Si ambas ondas fuesen idénticas, el resultado sería silencio. Pero en cambio, como el mp3 tiene menos información (la onda tiene menos puntos de resolución, para que se entienda) queda un ruido residual que corresponde, ni más ni menos, a lo que el mp3 tiene de menos con respecto al flac sumado a lo que el mp3 tiene de más respecto al flac (el mp3 no solamente pierde información; también introduce ruido que no estaba en la grabación original).

6) Lo he grabado todo en flac. Contrariamente a lo que bastante gente piensa, el hecho de pasar un mp3 a un formato de mayor calidad no le añade calidad, pues la información adicional "no puede inventársela" el mp3, y sigue estando ausente. Un mp3 pasado a CD sigue sonando como un mp3.

Bájate uno de los archivos desde los enlaces que hay más abajo; lo descomprimes y lo escuchas por ti mismo.

Nota importante: Para poder escuchar los archivos tu reproductor tiene que poder tocar flac. En primer lugar, asocia los archivos con extensión .flac a tu reproductor para que éste los abra al pincharlos. Si aún así siguen sin sonar, entonces instálate el códec o plugin necesario.

Como reproductor te recomiendo el AIMP2 o el Foobar2000; ambos son gratuitos y dan una calidad de audio excepcional (reproducen el sonido tal como está grabado, sin aditamentos de ningún tipo). Para mi gusto, el mejor de los dos es el Foobar2000, pues además es más estable y liviano. El Winamp y el Windows Media Player colorean el sonido (o dicho en otras palabras, lo ecualizan), lo cual puede ser interesante si se tiene un equipo de audio de baja calidad y se reproducen mp3 a bajo bitrate (128 kbps), pero, si el equipo es de alta fidelidad y la música está codificada en un formato sin pérdida o se reproduce directamente desde el CD original, entonces la diferencia entre el Winamp o el WMP y el AIMP2 o el Foobar2000 se nota bastante.

Tests de comparación flac-mp3 (71,97 MB):
https://mega.co.nz/#fm/gVNSnCpa

En este excelente post (me sirvió de inspiración) se explica todo este asunto de una forma más técnica y precisa:

http://www.taringa.net/posts/info/2081940/Flac-vs-Mp3_-_Hay-diferencia_.html

Y, para los que piensen que lo que teóricamente no oímos no nos afecta, ver también este interesantísimo ensayo por el ingeniero de sonido argentino Andrés Mayo: ¿Hay vida después de los 20 kHz?

http://www.andresmayo.com/images/Hay%20vida%20despues%20de%20los%2020%20KHz.pdf

Buen disfrute musical.

6 comentarios:

  1. Gracias por la explicación que realizas aquí.

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  2. Gracias a ti por leerme. He actualizado el enlace de las pruebas de audio, que estaba roto.

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  3. :( queria descargar la prueba pero el enlace esta malo

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  4. No está malo, tienes que descargarlo descomprimido, si no no funciona.

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  5. Hola! Soy amante de la buena música (jazz, soul, r&b, funk, pop, hip-hop y rock) estoy reemplazando mis archivos de mp3 de 128kbp por unos de 360kbp(es decir, canciones con un peso de 8-14Mb) tengo entendido, que entre más pese el archivo, mejor será el sonido, le confieso que he sentido una mejoría a través de unos audífonos de Xiaomi (Xiaomi Hybrid Pro) los cuales suenan mucho mejor en el formato de 360kbp que en los de 128kbp. Es difícil, hoy día encontrar música en formato Flac, eso en primera instancia y segundo, tendría que tener un dispositivo con una gran memoria interna para poder descargarlos. Saludos y me encantó la información cada por ud en éste blog! Lo voy a agregar a mis favoritos en mi cuenta de Google para tenerlos presentes.

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